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Primera consulta con un psicólogo

En CISAF la primera entrevista es de gran importancia. Nuestro primer objetivo es aportar seguridad, crear el clima que te permita expresarte con total libertad, sin miedo a sentirte juzgado o escrutado, no tienes que demostrar nada, sólo exponer a tu ritmo el problema que te trae a consulta.

En esta entrevista vamos a recabar información sobre cómo vives el problema, cuando surgió, cómo y cuánto influye en tu vida cotidiana, qué soluciones has intentado para resolverlo, etc. Esta información nos va a facilitar el dar nombre a lo que te pasa, lo cual en muchas ocasiones ya es una gran ayuda, y a partir de ahí proponerte un plan de intervención.

Para que el tratamiento sea más efectivo, al final de cada sesión, te vamos a proponer una tarea para realizar en tu vida cotidiana. Son tareas sencillas que van a ir permitiendo que tomes el control de tu problema y si las haces con seriedad van a acortar la duración del tratamiento.

Esta primera entrevista es de una gran profundidad, no miramos la hora, por eso nuestra política es siempre cobrar esta primera entrevista. Toda la información previa que quieras conocer sobre como trabajamos te la contamos telefónicamente incluso si quieres conocer físicamente el centro puedes acudir al centro sin ningún compromiso dentro del horario de secretaría.

Claves para continuar (o dejar) un tratamiento tras la primera sesión

Desde luego que no  vamos a  resolver tu problema en una sesión (a no ser que sea una sesión de orientación) pero  después de la primera sesión sí deben suceder algunas cosas que te contamos:

En primer lugar debes sentirte comprendido por el terapeuta, debes tener la sensación de que te has podido explicar (sentirte escuchado), debes tener la sensación de que has sido libre, sin necesidad de justificarte o dar imagen, que el nerviosismo o la vergüenza, propios del primer momento da paso a sentirte más relajado y a gusto. Debes tener la sensación de que has sido libre y que no te has callado algo por miedo o vergüenza (sensación de seguridad). Debes irte también con la sensación de que este profesional sí que sabe de mi problema. Podemos ser muy acogedores pero si el terapeuta no sabe cómo enfrentar el problema el resultado será altamente insatisfactorio.

Sentirte comprendido, escuchado, segura y con la sensación de que el terapeuta es competente son condiciones todas ellas necesarias, si faltara una sola de ellas no te fuerces a seguir con nosotros. Te animamos a que sigas buscando terapeuta.

Nos consideramos muy buenos profesionales pero no somos infalibles.


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